Cuando abro los ojos y te veo ahí junto a mí.
Descansando tus agitadas ansias,
tan tranquilo, impasible, pereciendo
Me pongo a pensar cómo vendrías tú
a parar hasta aquí,
hasta esta cama mil veces mojada,
de sudor, de lágrimas, de ganas.
Y te beso suavemente bajo la oreja
para que escuches que me gustas, que te deseo
Que me comería cada pecado tuyo
con tal de tener tu espalda alada una vez más
en esta cama, junto a mí.
Alguno de los dos se irá antes de que arribe el alba…
serás tú.
Yo de ti… ya me fui… hace tiempo.
Soy de las que prefiere los finales inmediatos y misericordiosos
antes que amistades largas y mal intencionadas.
By Instructora De Vuelo.
jueves, 18 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Finales inmediatos y misericordioso antes que amistades largas y mal intensionadas, ¿dónde has estado mujer? y ¿dónde es que te escondes?
ResponderEliminar