Dicen que no es de muy buen gusto hablar de uno… pero haciendo caso omiso a esta regla general de buen gusto y de normas sociales.
¡Me dispongo a decir!
No me gusta quedarme a medias o con esta incomoda sensación de que pude dar más; así es que después de mi intento frustrado; decidí volver a intentar.
Considero que soy una persona abierta, amigable, parlanchina, risueña, que genera con facilidad empatia con la gente, apasionada, que escucha, conciliadora, paciente, buena amiga… (No entiendo porque hago esta lista sobre mi… no me estoy poniendo en venta… es más… por que hablo de esto si lo que quiero es hablar sobre la soledad, ok, intentaré retomar la idea)
¡Me dispongo a decir!
No me gusta quedarme a medias o con esta incomoda sensación de que pude dar más; así es que después de mi intento frustrado; decidí volver a intentar.
Considero que soy una persona abierta, amigable, parlanchina, risueña, que genera con facilidad empatia con la gente, apasionada, que escucha, conciliadora, paciente, buena amiga… (No entiendo porque hago esta lista sobre mi… no me estoy poniendo en venta… es más… por que hablo de esto si lo que quiero es hablar sobre la soledad, ok, intentaré retomar la idea)
Alguien me dijo “Tú misma alejas a la gente de ti, los usas y después cuando cubren tus necesidades los desechas de tu vida” (yo no creo eso, no me pienso ni me siento tan insensible como él que se hizo llamar mi “amigo” me describió)
Otro más dijo “eres la persona más cruel y fría que he conocido en mi vida” (no se si lo dijo en el plan de ardido por que habíamos terminado y sólo pensaba en cómo hacerme daño)
Una amiga, durante una confesión mía ella terminó diciéndome “La verdad es que me preocupa que le hagas daño es mi amigo, tu también lo eres, pero… tu nunca te has enamorado” (después del impacto que causó escuchar eso de ella y todo el conflicto que marcó en mi… pienso ahora que, creo que tenía razón, en ambas cosas)
Confieso que entre la soledad y yo, siempre existe como una tensión extraña, es algo así como un mal necesario en mi vida, cómo esas inyecciones de penicilina a las que soy alérgica pero que en ciertos momentos necesito de ellas…
¿Cómo pueden decirme los que están a mi alrededor que alejo a la gente, cuando yo misma he dicho que no me gusta la soledad?
La realidad es que hace un par de años temía con todo mi ser a la soledad y no es que sea de las que la adoran… no hacemos las paces, aun… pero, es por que yo corro de forma frenética y desesperada de ella, siempre escondiéndome tras historias fugaces, en amores efímeros provocados por mi… doblando mi vida en millones de partes y al final… sólo estoy yo.
No voy a definir la sensación, me resulta imposible, es como describir el miedo.
Sólo se que soy una mujer para afuera
Una mujer para adentro
Una mujer que camina cómo Filio me canta por las noches.
By Mujer Caníbal
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