Ofreciendo Oportunidades

¿Me he dado una segunda oportunidad ante la vida?
¿He permitido que mi miedo a perder mi preciada y muy amada libertad me autosaboteé?
¿Que si he dado segundas oportunidades?
¿Quien soy para dar segundas oportunidades?
Siempre hay opciones y cada una de ellas trae consigo una reacción.
El amigo molesto, las horas y horas del sermón de los padres, un auto chocado, el vuelo perdido, la entrega del trabajo a destiempo, la cruda, la infidelidad, el miedo, el rechazo, la culpa…
Un corazón roto o tal vez muchos.
Cuando intento recordar las nimiedades de la vida, encuentro hoyos; de una negrura espesa con sabor a petróleo.
Repito
¿Quién soy para dar segundas oportunidades?
Esas no se piden…
Se ofrecen… (como las nalgas)
Las oportunidades nos las damos nosotros mismos, mediante un ejercicio catártico.
Las oportunidades son como las opciones
Están ahí, hay que elegir y tener el valor de enfrentar lo que vendrá.
-Cometer errores-
Suele pasar, a unos más que a otros.
Pero… si la cagas asegúrate de limpiar tu desmadre.
Nadie sabe, puede que en ese proceso, encuentres tu oportunidad.
No es una ley, ni mucho menos una teoría
Pero es una probabilidad y bien vale la pena correr el riesgo.

By Mujer Caníbal