IMPLOTAR

Tengo la boca seca, un respirar agitado, mis piernas amarradas a las suyas, mis dedos perdidos entre su cabello.
Tengo el cuerpo abierto como una mariposa, estoy volando… explotando hacia adentro, implorando.
Completamente desnuda, con el alma al aire libre, y mis senos viendo al cielo. Ríos de sudor bajan hasta mi ombligo y hacen una laguna.
Mi lengua ha recorrido ya su cuerpo, ese momento me sabe a kiwi… mis manos se acomodan entre sus piernas, encajan como piezas de rompecabezas.
Esta dentro de mi… puedo sentirlo en mi vientre, es como una extensión de mi. Por momentos me da la impresión de que voy absorberlo, que voy a comerlo como la mujer caníbal que soy.
Y es en mi viaje, en ese vuelo, en el banquete del cuerpo… el placer es demasiado. Sale del cuerpo como fluidos… sudor, saliva, lagrimas…
Y me vuelvo liquida, como una paleta de limón me voy disolviendo.
Un orgasmo es como un salto de caída libre… el cuerpo me hormiguea, mi cuerpo se contrae y se libera, el placer sale por los poros de mi piel, me deja sin aliento, salgo de mí como un fluido tibio que se resbala por mis piernas.
Pierdo mi forma, me transformo, salgo de mi cuerpo, me confundo con el aire, con el humo del incienso, con las notas de la música que sale de mi ordenador, con la noche, con la luz del monitor, con las estrellas, con su energía, con su sudor, con el universo.

By Mujer Caníbal