Es extraño cómo me paso la vida tratando de no hacer daño, pero irónicamente soy como un erizo…
Conciliadora… amable… neutral… pacifista…
Pero al final del camino… visceral
Y ese miedo a no poder controlar mi explosividad… de “joder” como dicen mis amigos, pero hacerlo cómo un deporte.
Creo que yo no puedo, me da miedo, joder y no saber cuando parar, joder y joder hasta hacer daño.
Hoy decidí hacer una lista de las cosas por las cuales se despierta en mí ese sentimiento que la mayoría reprueba pero que todos sentimos: LA ENVIDIA
Siento envidia de aquellos que pueden JODER por deporte. Porque en mi cabeza no cabe la idea de joder a la gente por que sí, pero cuando me joden… no se cómo reaccionar.
Siento envidia de las niñas huecas que no tienen tanto rollo con la vida, a las que sólo les preocupa que su bolsa no combine con sus zapatos. Porque prefiero cosas como leer, ver buen cine, tener ideales, darle importancia real a las cosas esenciales.
Siento envidia de mi hermanito que es un consentido y sólo basta con pedir las cosas para tenerlas. Porque yo tengo que esforzarme mucho más.
Siento envidia de los que en la universidad, pasaban sin estudiar. Porque yo tenía que trabajar duro toda la noche.
Y así podría continuar la lista… de cosas por las cuales siento envidia, cosas que al final son tontas.
Como, sentir envidia de los que hablan varios idiomas, de los que tienen buena memoria, de los que saben tocar un instrumento. Tengo envidia de los que viven cerca del mar, de los que saben pintar, de los que tienen la colección completa de los beatles, de los que saben hacer pasteles. Siento envidia por los que saben ahorrar, de los que saben bailar salsa.
La realidad es que, todos somos envidiosos, pero pocos tienen el valor de aceptarlo.
Un amigo me dijo – es bueno tener envidia-
Pero también me dijo -la cosa es sentir envidia y luego romperte la madre para tener lo que envidiaste... claro, si es posible, la mayoría solo siente envidia, maldice su suerte y trata de chingar al otro-
Luego, entonces comienzo con decir tres verdades.
… Primero: me confieso envidiosa
… Segundo: no basta con maldecir
… Tercero: ¡Se que en este momento me envidias por poder decirlo! Intentalo.. te hará mas feliz.
By Mujer Caníbal
martes, 2 de marzo de 2010
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