La fijación es un instinto escondido para algunos… Para otros es un deporte.
Para mi acompañante… un par de huevos; ¡por favor!
Tal parece que la sensatez cae en un punto de desenfoque.
Es una diminuta, pequeña, exquisita línea delgada que separa el gustoso placer de la obsesiva necedad.
Refiriendo lo anterior a la frase “pocos huevos”
Se requiere de un grado alto de valentía para poder aceptar la realidad. No sólo la verdad, no sólo el final, ni la distancia, o la monotonía… sin restar valor por el orden de las ideas.
No es la intención real quejarme de las experiencias un tanto erradas, es en realidad la obligación por hablarle al espejo o hablarme a mí.
Generalmente se cree saber más de la cuenta, la realidad es que hay un gran abismo entre lo que se cree y lo que en realidad es.
-conclusión-
No ha habido un pocos huevos que realmente me inspire a escribir.
No ha habido un pocos huevos que marque algo importante en mi vida como para poder inspirarme para poder escribir-me-le.
Mientras tanto… puedo pedirle a la vida…
Un par de huevos para llevar… para los que ahora yo decidí, que ya no estén.
By Mujer Caníbal
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